El Ministerio de Educación reconoció a la primaria Eduardo Jenner, que gracias a la calidad de sus proyectos ya participó en dos ferias nacionales de ciencias.
"Esta lluvia es una bendición para los cultivos y animales de la zona", dice Edit Pucciarelli mientras mira a través de la ventana cómo el agua persistente riega los campos, que están más allá del patio de la escuela primaria Eduardo Jenner, donde ella es directora.
Es una mañana fría y en la pequeña escuelita rural hay mucho silencio ya que solo un puñado de sus 68 alumnos se animaron a la lluvia y al barro de las calles para llegar a las aulas. Así, y mientras los pibes estudian, en la cocina hay dos señoras que preparan albóndigas con puré para el almuerzo.
"Hacía cuatro meses que no llovía, los productores de por acá deben andar contentos", insiste la directora y para acompañar la charla, convida con mate cocido y tortitas.
La Jenner está en La Dormida, a unos cuatro kilómetros de ese pueblo santarrosino y sobre una calle de tierra que desemboca en la ruta 7 y que se llama Ferrero. Hace unos días, la escuela recibió un regalo del Ministerio de Educación de la Nación, un microscopio digital, en reconocimiento a la labor que docentes y alumnos vienen realizando y que les permitió, en 2010 y 2011, representar a Mendoza en ferias de ciencias nacionales.
"Lo vamos a conectar a una computadora y así los chicos podrán ver en la pantalla lo que ponen debajo del microscopio", dice Pucciarelli, orgullosa del trabajo que realizan sus docentes, para quienes las actividades fuera del turno o el plurigrado no son tareas extrañas. Por ejemplo, hay maestras como Cayetana Reta que tienen a cargo tres divisiones de chicos.
Patricia Silva enseña en los jardines de 4 y 5 años y en 2010 entusiasmó a sus niños con un proyecto de reciclado. Primero armaron en la salita unos cestos de diferentes colores para aprender a separar los residuos orgánicos del papel, el vidrio y los metales; luego, les enseñó a reciclar restos de papel a los que les agregaban agua y colorante, para llegar a una pulpa que, tras pasar por el tamiz, amasaban y dejaban secar al sol.
"Aprendimos a reciclar el papel usado, para no desperdiciar los recursos del plante y con eso armamos nuestros cuadernos", cuenta con una desenvoltura inusual para sus 7 años Giovanna, una niña que participó de aquella experiencia y que ahora está en segundo grado.
Ese proyecto compitió a nivel departamental y provincial y terminó seleccionado para ser presentado en Tucumán, en una muestra de ciencias nacional de donde el jardincito se trajo una primera mención. "A través de la ciencia y de la curiosidad natural que tienen los chicos, una los atrapa para enseñarles otras materias como son lengua o matemáticas", comenta la maestra.
Levantada en medio del campo y nutrida de una mayoría de alumnos de familias humildes, la escuela tiene muchas carencias, que los docentes y un grupo colaborador de papás tratan de disimular o resolver con trabajo. Cuentan las maestras que alguna vez, en los años 90, la Jenner recibió el padrinazgo de León Gieco cuando el cantante vino a Santa Rosa para un recital, pero el asunto hoy es apenas una anécdota y el músico que visitó alguna vez sus aulas, no tuvo más contacto con ellas.
-La que nos ha dado una mano es Celina, la esposa del Gobernador -explica la directora.
-No diga.
-Sí le digo. Lo que pasa es que ella es nacida y criada acá, en La Dormida, y para San Cayetano vino a la gruta que el Santo tiene cerquita y después se arrimó a la escuela. Nos trajo un retroproyector y dos computadoras.
-Qué bueno. Mire si la primera dama mendocina termina como madrina de la Jenner.
-Y sí, sería muy lindo para la escuela, pero no sé, debe andar muy ocupada. Además, con lo que ha hecho ya nos ayudó bastante.
En 2011, la maestra de primer grado, Patricia Romero, retomó el trabajo de reciclar papel y lo continuó con aquellos mismos chicos, que entonces ya estaban en primero. El proyecto se llamó "El arte de reciclar" y los chicos repitieron la tarea de recuperación del papel y luego, usando diversos materiales, construyeron y adornaron carpetas, señaleros, cofres, floreros y una larga lista de objetos. La tarea entusiasmó al resto y todos los alumnos aprendieron la técnica e hicieron artesanías, que guardaron o regalaron.
El proyecto obtuvo a nivel provincial un puntaje óptimo y los niños del nivel inicial de la Jenner viajaron a Buenos Aires a participar de la feria Tecnópolis.
-¿Qué aprendiste de todo esto, Luciano?
-Que hay que cuidar mucho al planeta y mantenerlo sano, porque es el único que tenemos -contesta el niño de siete años. Afuera sigue lloviendo, pero es una lluvia mucho más linda todavía.
FUENTE: Diario LOS ANDES
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