Docentes que enseñan en el interior de la provincia apuestan al desafío de dar a los niños y jóvenes condiciones y calidad de aprendizaje. Se enfrentan cada día con las grandes distancias de calles de tierra, las extensiones de zonas despobladas, la dificultad para acceder a los servicios y los problemas de infraestructura.
Los padres los llaman los abanderados de la educación, en un reconocimiento a su compromiso que excede las tareas del aula.
Maestros y profesores contaron a El Territorio cómo en un contexto de carencias y lejanía el compromiso con la profesión y la calidad humana de las familias los convence de que la inclusión educativa es posible y siguen adelante, superando el desarraigo.
Los padres los llaman los abanderados de la educación, en un reconocimiento a su compromiso que excede las tareas del aula.
Maestros y profesores contaron a El Territorio cómo en un contexto de carencias y lejanía el compromiso con la profesión y la calidad humana de las familias los convence de que la inclusión educativa es posible y siguen adelante, superando el desarraigo.
Los docentes resaltaron, que a partir de la transformación educativa, las nuevas políticas en educación favorecen la escolarización de los chicos y la permanencia, se está dotando a los establecimientos con recursos. Al mismo tiempo, coincidieron con que para que se erradiquen las escuelas ranchos pueden pasar años y que los chicos todavía van descalzos a estudiar.
“Los chicos descalzos forman parte de la realidad de las escuelas rurales en Misiones y hacemos de todo para estirar las partidas de comedor y alimentar a los chicos”, contó el director José Rippel de la escuela 613 de Tobuna.
Kilómetros a pie
De Irigoyen a San Pedro.La maestra Cristina viaja todos los días para enseñar.Foto: Sixto Fariña
“Para llegar a la escuela tanto las maestras como los niños hacemos kilómetros, hay hermanitos que caminan ocho kilómetros para venir a estudiar”, contó María Cristina Caravallo, directora y maestra de grado de la escuela 90 de Paraje Puente Alto sobre la ruta 17 en San Pedro.
“Es cierto que para enseñar un maestro sólo necesita un pizarrón y una tiza, pero hay una desigualdad de recursos. Acá todos los padres y maestros trabajamos para dar la leche a los chicos y para que puedan jugar con pelotas, las partidas de comedor no alcanzan y las familias tienen muchas necesidades”.
La docente vive en Bernardo de Irigoyen y madruga para llegar a tiempo a clase. “Me levanto a las 5 para llegar antes de las 7.30 tomo el cole porque ahora me alcanza más, son 14 pesos de pasaje por día, antes hacía dedo pero es cada vez más peligroso”.
Cuando la maestra regresa a su casa se hacen las 7 de la tarde. “Siempre queda pendiente preparar alguna tarea, sacar una fotocopia y después a dormir temprano para madrugar”, relató.
“En las escuelitas tenemos un compromiso con nuestros alumnitos, ellos hacen un esfuerzo muy grande para ir a la escuela, las escuelas rurales generalmente funcionan en grados acoplados, contamos con tres salones”.
La escuela 90 se ubica sobre la ruta y la comunidad necesita un salón con piso nuevo. “Sobre que nos cuesta tener los elementos por las tablas del piso se caen los lápices y no podemos buscar porque abajo hay víboras, pedimos a las autoridades un piso nuevo”.
El director Antonio Iglesia de la escuela 885 de El Polvorín, dijo que el paraje cuenta con una escuela nueva y de material debido a la tragedia que azotó a la comunidad con el paso del tornado.
“Después de la tragedia hicieron la nueva escuela, pero en la zona hay escuelas ranchos todavía. Se están haciendo escuelas, pero los tiempos son largos y mientras las escuelas ranchos permanezcan en las picadas, pueden pasar años para que erradiquen estas escuelas de la provincia”.
El maestro Rippel habló sobre otra problemática que atienden los docentes en las colonias. “En las escuelas de las zonas rurales los niños se escolarizan más tarde, aunque con la Asignación Universal hay más concientización de la importancia de que los niños vengan a la escuela”, dijo.
“Tengo entendido que la matrícula creció en todas las escuelas, acá por suerte los maestros somos todos del lugar, pero hay colegas que tienen que viajar y además tienen que contener a los chicos para que sigan en la escuela, tienen que visitar las casas”, agregó.
Mejores condiciones laborales
El director de la escuela 136 de Concepción de la Sierra, reflexionó que las autoridades tienen una deuda con los docentes, y se refirió a la realidad que mejor conoce, la enseñanza en el interior de Misiones.
“En nuestro departamento todavía quedan docentes que deben recorrer grandes distancias para trabajar, son un problema a resolver para optimizar las condiciones de trabajo y de llevar conocimientos a los parajes alejados”.
El director expresó que los problemas de traslado se dan más en el nivel medio, “los profesores se convierten en itinerantes y deben estar todo el día corriendo de un lado a otro de la provincia para poder cumplir sus horarios y alcanzar un salario medianamente digno”.
A Concepción llegan docentes de Posadas. “Salen a las 4 de madrugada y vuelven a las 23 a sus casas, trabajan todo el día para llegar a un salario mínimo, pero se enfrentan con la falta de tiempo para seguir su formación y además es un ritmo desgastante”.
El maestro planteó que la deserción es un problema de difícil tratamiento, más en el ámbito rural. “Con los planes de asistencia se trató de disimular una realidad que los docentes palpamos a diario y que es la deserción escolar continua y progresiva de los últimos años”.
El maestro apuntó que la docencia sufre mucho “con el amiguismo que resta lugar a los profesionales titulados y formados para enseñar”.
Y que “es inadmisible que en pleno siglo XXI existan las escuelas ranchos, que aunque se anuncie que se erradicaron sabemos que no es así y se declaran inversiones millonarias para escuelas técnicas, pero no se reflejan en la realidad”.
La decisión y el compromiso de enseñar en las lejanías
En parajes y colonias los docentes desempeñan distintas tareas. Enseñan, cocinan y construyen un lazo de afecto con las familias
CAMPO VIERA y BERNARDO DE IRIGOYEN. Cocinera, administrativa, un poco madre, mucho de directora. Son las funciones que cumple la docente Estela Czezevski a cargo de la dirección de la escuela rural número 500 “Provincia de Formosa”, ubicada en esta localidad.
Esos son los roles que desarrolla esta maestra en el lejano paraje sección Novena.
Como esta educadora que transita a diario los 14 kilómetros de calle de tierra, ida y vuelta, hasta llegar al asfalto, la mayoría de los alumnos que concurren a la institución recorren como mínimo entre seis a diez kilómetros para asistir a la escuela y retornar a sus casas. Los chicos lo hacen a pie o en bicicleta y la docente, por muchos años, invertía gran parte de sus ingresos para pagarse el traslado. Hoy, con un móvil propio mutó esos problemas, pero los día de intensas lluvias pocos se animan a doblegar al camino terrado.
La población escolar en esta institución que cumplirá este 12 de septiembre sus bodas de oro, registra el avance y retroceso de una antigua colonia. Nació en pleno esplendor de la colonia y en la madurez, es protagonista del éxodo poblacional.
Menos alumnos
Con 50 años en el lugar, la escuela que comenzó a funcionar en 1961 en un galponcito de tabaco, fue creciendo y con cada aula habilitada, se fue poblando de guardapolvos blanco. Eran épocas de esplendor. Había tres firmas tealeras, con pobladas villas de peones, cuyos hijos eran los alumnos de la escuela.
“Se fueron gestionando más aulas, hasta que se consiguió la construcción de tres aulas, más docentes, hasta llegar a tener el primer edificio material y abarcar 280 alumnos en 1973”, recordó el portero Arsenio Correo (53). Hace 28 años que cuida y limpia la institución educativa, y conoce las alegrías y tristezas de los pobladores del lugar.
Aulas acopladas
Czezevski, es directora suplente desde el 2005, porque la directora titular se encuentra con trámite de jubilación. En estos momentos, la población escolar asciende a 38 alumnos. Estudian en aulas acopladas. Por la mañana, enseña a los alumnos de cuarto a séptimo grado y, por la tarde, del primero a tercer grado. Recién ahora se avanza para habilitar el nivel inicial. “Está creada y cuenta con la directora, pero no hay maestra todavía”, indicó Czezevski. Según la encargada de esta institución escolar, los docentes muestran interés en trabajar en el lugar. Por eso, ella es Directora de primaria, pero sin maestra a cargo. “Acá se hace de todo, como la leche por la mañana”. Estaría muy sola en el desafío de enseñar si no cumplieran sus tres horas diarias, los dos profesores de educación física y uno de plástica.
Están a cargo de enseñar a los hijos de antiguos pobladores. Los que quedaron, “son los abuelos que crían a sus nietos. Los chicos vienen desde tres a cinco kilómetros caminando, algunos en bicicleta”, recordó la directora a cargo.
También indicó que hace unos años, los padrinos que son los ex combatientes de Malvinas, trajeron 16 bicicletas y donaron como medio de transporte a la escuela.
“Se les prestaba, con la condición que las cuidaran pero las bicicletas se fueron destruyendo por las condiciones de los caminos”. Y, ahora cuentan que están sin móvil.
“La mayoría son alumnos procedentes de familias humildes, peones rurales”
Una escuela rural
Esta escuela rural, que en su momento estuvo poblada de alumnos, en apariencia está en buenas condiciones. Sin embargo, la mayoría de las aulas muestran diversas fisuras que preocupa a la directora.
Su función no es estar sólo frente al aula, se suma desde las tareas de conseguir los elementos para mantener en condiciones esta escuela, las documentaciones y papeles que debe en forma regular presentar. Son las cargas “extras” que tienen los pocos docentes decididos aún hacer patria en las lejanas colonias.
Pionera en Irigoyen
Victoria Ifrán tiene 39 años de carrera docente como profesora de Historia. Se recibió en Posadas, pero debió viajar buscando horas para enseñar.
“Bernardo de Irigoyen quedaba lejos hace 40 años, aunque por suerte había asfalto eso facilitaba la comunicación, en ese tiempo la tarea no era sólo enseñar había que trabajar para sacar adelante la escuela y la comunidad, no había agua”, relató.
Victoria llegó de Entre Ríos a Posadas en su adolescencia. “Nos mudamos con mis padres por razones de trabajo, acá estudié y Misiones me dio la oportunidad de ejercer la docencia y de conocer a gente maravillosa”.
Sobre los inicios de la escuela secundaria en el Norte de la provincia, recordó: “Había pocos docentes con título, era difícil que alguien llegue hasta estos lugares, había vecinos dando clases. Esa situación fue cambiando y cada vez más docentes con título fueron ingresando a las escuelas”.
Victoria es docente en el nivel medio y en el nivel superior. Da clases en la Escuela Normal 12 . “Ahora no hay problema para cubrir los cargos docentes, la Junta de Disciplina del Consejo manda el padrón y los cargos se cubren con docentes habilitados”.
“Yo escucho sobre los escándalos por los docentes sin título, por las horas fantasmas, pero no tengo noticias de que eso pase en las escuelas que conozco, es todo muy transparente. Esas denuncias afectan mucho a la credibilidad de los docentes que trabajan y que se esfuerzan por superarse y formarse continuamente”.
Victoria habló sobre el desarraigo de dejar a su familia para afincarse en un lugar que no conocía.
“Fue una aventura, pero no pensé dos veces, porque en Posadas no había posibilidad de trabajo, Irigoyen me recibió con los brazos abiertos y yo estoy agradecida, varias generaciones de lugareños fueron mis alumnos”, agregó.
La docente indicó que el interior provincial está asistiendo a un fenómeno de crecimiento de profesionales.
“Estamos notando que los jóvenes que se van a estudiar a Posadas, vuelven con el título universitario, eso es bueno para la zona. Hay una perspectiva de crecimiento. La Ley de Educación Nacional quiere recuperar la escuela secundaria. Se abre un espacio de oportunidades para el docente”, indicó.
Esta escuela rural, que en su momento estuvo poblada de alumnos, en apariencia está en buenas condiciones. Sin embargo, la mayoría de las aulas muestran diversas fisuras que preocupa a la directora.
Su función no es estar sólo frente al aula, se suma desde las tareas de conseguir los elementos para mantener en condiciones esta escuela, las documentaciones y papeles que debe en forma regular presentar. Son las cargas “extras” que tienen los pocos docentes decididos aún hacer patria en las lejanas colonias.
Pionera en Irigoyen
Victoria Ifrán tiene 39 años de carrera docente como profesora de Historia. Se recibió en Posadas, pero debió viajar buscando horas para enseñar.
“Bernardo de Irigoyen quedaba lejos hace 40 años, aunque por suerte había asfalto eso facilitaba la comunicación, en ese tiempo la tarea no era sólo enseñar había que trabajar para sacar adelante la escuela y la comunidad, no había agua”, relató.
Victoria llegó de Entre Ríos a Posadas en su adolescencia. “Nos mudamos con mis padres por razones de trabajo, acá estudié y Misiones me dio la oportunidad de ejercer la docencia y de conocer a gente maravillosa”.
Sobre los inicios de la escuela secundaria en el Norte de la provincia, recordó: “Había pocos docentes con título, era difícil que alguien llegue hasta estos lugares, había vecinos dando clases. Esa situación fue cambiando y cada vez más docentes con título fueron ingresando a las escuelas”.
Victoria es docente en el nivel medio y en el nivel superior. Da clases en la Escuela Normal 12 . “Ahora no hay problema para cubrir los cargos docentes, la Junta de Disciplina del Consejo manda el padrón y los cargos se cubren con docentes habilitados”.
“Yo escucho sobre los escándalos por los docentes sin título, por las horas fantasmas, pero no tengo noticias de que eso pase en las escuelas que conozco, es todo muy transparente. Esas denuncias afectan mucho a la credibilidad de los docentes que trabajan y que se esfuerzan por superarse y formarse continuamente”.
Victoria habló sobre el desarraigo de dejar a su familia para afincarse en un lugar que no conocía.
“Fue una aventura, pero no pensé dos veces, porque en Posadas no había posibilidad de trabajo, Irigoyen me recibió con los brazos abiertos y yo estoy agradecida, varias generaciones de lugareños fueron mis alumnos”, agregó.
La docente indicó que el interior provincial está asistiendo a un fenómeno de crecimiento de profesionales.
“Estamos notando que los jóvenes que se van a estudiar a Posadas, vuelven con el título universitario, eso es bueno para la zona. Hay una perspectiva de crecimiento. La Ley de Educación Nacional quiere recuperar la escuela secundaria. Se abre un espacio de oportunidades para el docente”, indicó.
Nuevas escuelas y más horas
Del Consejo General de Educación informaron que más del 80 por ciento de las escuelas primarias se emplazan en el Interior de la provincia. Muchos de estos establecimientos se ubican en el ámbito rural, aunque por la expansión poblacional algunas escuelas se transformaron en urbanas.
En este sentido, la cartera de Educación realiza un relevamiento sobre las modalidades de las escuelas.
En tanto que hace tres años la provincia inició un proceso de apertura de escuelas secundarias en los distintos municipios.
Actualmente, en todas las comunas hay una escuela secundaria. El año pasado se crearon 10 mil horas docentes.
FUENTE: Territorio digital.com
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