CHACO: Docente rural pudo lograr una escuela secundaria para los alumnos qom de Campo Bermejo

Nelly Ester Ortiz que desarrolla sus tareas en la Escuela Primaria N° 911 ubicada en la zona rural a 12 km de General San Martín fue una de las distinguidas por el Ministerio de Educación de la Nación.

La docente sostiene la premisa de "valorar lo nuestro" al repasar su trabajo en el proyecto del Gran Chaco Americano. "Tenemos que valorar las culturas de todos los niños que concurren a nuestras escuelas públicas".  Con este mensaje, dicho en un tono apacible, la docente Nelly Ester Ortiz remarcó la necesidad de apertura y comprensión hacia la cultura aborigen. Oriunda de General San Martín, fue una de las 23 docentes reconocidos en el Día del Maestro con el premio Manuel Belgrano, en un acto realizado en el Ministerio de Educación de la Nación.
Una de sus principales gestiones, en el contexto de una trayectoria que suma un par de décadas, fue la escuela secundaria creada en Campo Bermejo, un paraje ubicado a catorce kilómetro de la ciudad cabecera del departamento. "Tenemos la mala costumbre de decir que los niños aborígenes tienen aprendizajes lentos y los caratulamos ´como que les cuesta entender´. Pero quienes no entendemos somos nosotros", señaló. "Fue una sorpresa muy agradable porque los docentes que tenemos vocación y compromiso trabajamos sin buscar premios. Nuestros premios son ver a nuestros alumnos progresar, estudiar y ser hombres útiles. no buscamos premios honoríficos", sostuvo, al tiempo que recordó en especial a Adela Díaz de Nieto, nombre que lleva la EGB 911 de Campo Bermejo, a 14 kilómetros de General San Martín.

Un honor
Tuve la suerte de que pongan mi trayectoria docente a consideración de mis supervisores de zona y luego de los directores regionales de toda la provincia. De esa forma me eligieron para representar al Chaco, que para mí es un honor”, contó la docente.
De su trayectoria, que se inició en la Escuela 510 de General San Martín, sobresale el trabajo con alumnos aborígenes. Y hace una década accedió al cargo de directora de la EGB 911 del Lote 60, Campo Bermejo. “La escuela está inserta en una población aborigen de la etnia qom, muy pobre en el sentido económico”, reveló. Y en ese orden, contó: “Como nos decía el ministro (de Educación, Alberto Sileoni), cuando hay carencias económicas las expectativas educativas tienen que ser altas”. 
Recordó que al llegar a la escuela eran sólo tres los docentes. “Ahí empecé a tratar de abrir la escuela a la comunidad, porque había niños que ni siquiera conocían San Martín, a pesar de estar a 14 kilómetros”, señaló Ortiz. Así, al graficar la dura realidad de la zona, dijo: “Teníamos EGB 3 y había alumnos que terminaban el noveno año y me pedían para repetir, por más que hubieran aprobado todo porque no tenían posibilidades de seguir sus estudios”. 



Gestiones efectivas 
Como docente era todo un desafío y una preocupación querer proyectar un futuro mejor para mis alumnos”, enfatizó. Fue esa necesidad de “hacer” la que finalmente terminó impulsándola a realizar gestiones para mejorar las condiciones de enseñanza. “De tres que éramos cuando tomé la dirección de la escuela, hoy somos diez docentes de primaria, una de jardín de infantes, una bibliotecaria y casi 25 del nivel secundario de la Escuela 161”, precisó. 
Destacó, en ese orden, que en casi toda la provincia las escuelas de población aborigen cuentan con auxiliares docentes aborígenes, claves para la traducción y la comprensión. “Estamos hablando de una cultura diferente, con una cosmovisión distinta que merece respeto y que hay que valorar”, resaltó Ortiz. 



Un proyecto modelo 
Por otra parte, recordó el trabajo de varios años en el marco del proyecto Gran Chaco Americano, orientado a “valorar todas esas culturas que son nuestras y que miramos de costado sin darle la importancia que tienen”. “Nosotros tenemos que valorar las culturas de todos los niños que concurren a nuestras escuelas públicas. Tratar de compartir y reflexionar porque nuestra provincia es multicultural y sacar lo mejor de ellas”, resaltó. 
Por último, en un mensaje a los docentes del Chaco, la maestra galardonada señaló: “Este premio es muy importante y quiero compartirlo con todos porque hoy me tocó a mí pero mañana será otro”. 



Su trayectoria 
La docente tiene una basta trayectoria como maestra de grado. Durante 19 años trabajó en la Escuela 510 de San Martín en la asignatura Ciencias Naturales, haciendo participar a sus alumnos en ferias de ciencias donde obtuvieron premios en diferentes provincias; proyectando acciones a la comunidad.
En 2002 comenzó a trabajar en la Escuela de Educación Primaria (EEP) 911 ubicada en zona rural, más específicamente en el Lote 60, a 12 kilómetros de San Martín. En este establecimiento, con un alto porcentaje de alumnos indígenas, se desempeña como directora con clase anexa, trabajando a los efectos de integrar a los alumnos con actividades educativas y comunitarias. 
Por medio de su gestión, Ortiz logró que el Ministerio de Educación creara en el mismo edificio de la Escuela Primaria, la Escuela de Educación Secundaria (EES) 161, que comenzó a funcionar a partir del 2011 para garantizar que los egresados de la primaria puedan continuar sus estudios secundarios.
Además, realizó innumerables labores que señalan su trabajo comprometido con la educación: En el marco del proyecto educativo “Mi lugar, mi país, mi gente”, confeccionó junto a sus alumnos un libro con leyendas tobas en los dos idiomas, el abecedario y un diccionario con dos idiomas, el materno (qom) y el castellano. El mismo es trabajado por los niños año a año. 
En 2006 fue convocada por el Instituto de Formación Docente de General San Martín para formar parte del equipo de capacitación, debido a su conocimiento en educación intercultural. Además, formó parte de la comisión de análisis y reforma de la ley provincial de educación, elegida por sus pares para representar a los docentes rurales. 
FUENTE: Tres Líneas

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