En febrero del año pasado, el Servicio Educativo Rural Chilibroste, que cuenta con alumnos internos de nivel secundario pasó a depender del IPEM 324 de la localidad de Cintra, del cual Liliana Stuppa es directora. Desde ese momento hasta ahora, la matrícula pasó de 30 a 64 alumnos. Trabajaban allí 6 personas que pasaron a ser 18 entre docentes, preceptores y tutores. Consiguieron la refacción de las dependencias existentes, la construcción de una sala de dirección y un salón de usos múltiples. Se mejoraron los dormitorios y se cambiaron colchones, almohadas y cuchetas. A partir de este 2011, el Servicio Educativo que comprendía sólo los primeros tres años, cuenta con un secundario completo con orientación en agro y ambiente donde se puede cursar hasta sexto año.
-¿Cómo es la experiencia de levantar una escuela “desde abajo”?
- Considero que nuestra tarea fue muy difícil, pero cuando uno trabaja con vocación creo que no lo sentís como una carga o un sacrificio. Trabajamos para darle a estos alumnos una educación acorde a las demandas actuales y también las condiciones mínimas de habitabilidad que todo ser humano se merece, porque estoy convencida que para exigir una educación de calidad primero debo brindarle al alumno un espacio de contención adecuado y confortable. Estamos convencidos que más allá de las adversidades que nuestra profesión a veces nos impone, todo se puede lograr.
-¿En tu opinión, cuál es la situación de las escuelas rurales?
-Hay mucha diversidad y depende de muchos factores. Las condiciones de vida de cada lugar hacen la diferencia. Cuando nos entregaron el premio algunos docentes me comentaban que trabajaban en escuelas sin luz, en malas condiciones. Otros, muy alejados de centros urbanos no tienen ni señal de celular para comunicarse por cualquier necesidad o urgencia. Valoro muchísimo al docente rural, porque más allá de transmitir conocimientos transmite con su accionar muchos valores que son fundamentales para la vida, creo que a veces se siente la soledad en el ámbito rural, pero hoy por suerte las nuevas tecnologías les permiten conectarse y vivenciar situaciones que antes eran imposibles. En mi caso particular, trabajar en la escuela rural me dio la posibilidad de valorar muchas experiencias que el espacio urbano no me daba… todos sabemos la crisis de valores que atraviesa la sociedad en general y las familias de la ruralidad todavía conservan los valores y costumbres que hoy se reclaman.
-¿Cómo observas el tema de la deserción escolar en las escuelas rurales?
-Según mi punto de vista no cuenta con niveles elevados. Sí puede observarse una variación en los casos de los lugares donde se contrata a trabajadores golondrina como es el caso de Tucumán, Salta o Mendoza. Por suerte tanto en el IPEM 324 de la localidad de Cintra como en el Servicio Rural de la localidad de Chilibroste la deserción es mínima. El hecho de ser comunidades pequeñas, donde tenemos la posibilidad de conocer a todos nuestros alumnos y a su familia, nos permite acercarnos al hogar e interceder para que ese alumno retorne nuevamente al colegio cada vez que intenta abandonar.
-¿Qué diferencia a las escuelas rurales de las otras?
- Nuestra escuela en particular se caracteriza por brindar al alumno una contención que no se observa en una escuela común, porque con el sólo hecho de permanecer albergados durante toda la semana, se crea un ambiente de amistad y compañerismo que no se percibe en una escuela común. Eso es fundamental porque nos permite trabajar con el alumno en todos los espacios de su formación, incluyendo normas de convivencia, hábitos de higiene, comportamientos, actitudes y hábitos alimenticios.
-¿Qué significa para vos haber ganado el premio presidencial a la maestra ilustre?
- Este premio fue una gran sorpresa para mí, considero que hay muchos, pero muchos docentes que también se merecen este reconocimiento, porque sé de su sacrificio y su amor por esta hermosa profesión, por eso siempre dije que yo lo recibía, pero lo compartía con todos mis colegas docentes. Solo me resta dejar un mensaje a todos las personas que se dedican a esta tarea que fue, es y seguirá siendo una de las profesiones más dignificante que puede tener un ser humano porque todos sabemos que la sociedad hoy atraviesa momentos difíciles y muy complejos, pero soy una persona totalmente convencida que la única herramienta capaz de modificar la conducta humana es la educación, es la más poderosa herramienta que puede tener el hombre, y que seguramente podrá darle algún día un lugar digno dentro de esta sociedad, por eso cada vez más lucho para que todos los alumnos puedan permanecer en el sistema, porque ese es su lugar y no la calle,…. puede que la educación sea mediocre, pero siempre será más enriquecedora que lo que pueda brindar la soledad de la calle y el abandono de sus pares.
Paola Perticarari
FUENTE: Revista Colsecor
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