Los alumnos de la escuela rural N°271 midieron el pueblo y numeraron las casas.
ORGULLOSOS. Los chicos son activos participantes de la vida en Los Villagra. Ahora están forestando las calles. LA GACETA / FOTO DE OSCAR FERRONATO
"Tenía un nudo en la garganta". "Yo me emocioné y me sentí muy orgulloso de mi escuelita". Con estas palabras, Franco Maximiliano Díaz, de 6º grado, y Rodrigo Fernández Toledo, de 4º, compartieron con LA GACETA sensaciones que por haber crecido en sus corazones de niños seguramente quedarán grabadas para siempre.
Los chicos recibieron de mano del ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, el Primer Premio Nacional "Escuelas Solidarias", por el proyecto "Buscando nuestra identidad". Setenta alumnos de escuela rural Nº 271 de Los Villagra, departamento Cruz Alta, compartieron la experiencia colectiva.
De 1.800 proyectos que se presentaron de toda la Argentina para esta competencia -la más importante en el ámbito educativo-, la escuela rural tucumana se posicionó como finalista entre los 13 mejores. Y entre este grupo obtuvo el primer lugar: $15.000 para continuar el proyecto, un diploma con altos honores, el aplauso de todo el país y el orgullo de la provincia.
La iniciativa surgió de los propios alumnos de la escuela. En un primer paso querían que las calles de su pueblo, Los Villagra, donde viven 800 habitantes, tuvieran nombre. El proyecto se concretó y mereció la tapa de LA GACETA del 5 de julio de 2009. En esa oportunidad, los chicos habían apelado a los árboles autóctonos para denominar las arterias. Ahora fueron más allá: midieron el pueblo y numeraron las casas.
Con el nombre de las calles los chicos habían obtenido una mención de honor en 2009. En este caso, la idea de la numeración de las casas surgió de las clases de Matemáticas, relató el docente Miguel Risso Patrón. Él reconoció el apoyo brindado por la directora Elba Gladys Sánchez. El orgulloso profesor de 6º grado dijo que el trabajo de los chicos fue brillante, y que todos los docentes -con sus respectivas asignaturas- se involucraron en la iniciativa. Así, Historia, Geografía, Lengua, Matemáticas, Ciencias Naturales y Ciencias Sociales se encontraron mano a mano con la creatividad de los chicos, motivados por el galardón anterior."
La calle principal se llama Los Molles porque a lo largo de esas cuadras crecen esos ejemplares, conocidos por los habitantes originarios como ’anacagüita’. Popularmente hoy también se les dice sanalotodo por sus propiedades curativas", explicó con una didáctica sorprendente Daniel Pedraza (11 años). Junto a Alejandro Toledo, Jesica Lescano y Jonathan Barrionuevo, Daniel acompañó en la visita a LA GACETA a los viajeros que fueron a Buenos Aires a recibir el galardón nacional.
Protagonistas
"Queríamos ser los mejores, y lo logramos", añadió Franco, quien tuvo el placer de viajar por primera vez en avión, junto a Rodrigo, invitados por la Nación.
"Estábamos estudiando mediciones y fracciones: cuántos metros tenía una cuadra, cuántas cuadras una manzana, cuánto medía media manzana, y así sucesivamente. Sacamos los metros entre vivienda y vivienda desde el canal que divide Los Porceles de Los Villagra, sumando las calles paralelas de norte a sur, diferenciándolas de las perpendiculares", contó Franco.
Los chicos explicaron que utilizaron una especie de puntero láser con el que se mide la longitud, y así fueron colocando los números pares a las viviendas de la derecha, e impares en las de la izquierda.
"Mucha gente del pueblo criticó el proyecto porque decían que era tarea de profesionales, pero nosotros demostramos que cuando uno se propone algo, lo consigue si trabaja mucho", sentenció Rodrigo (9), el más pequeño del grupo.
Muchas cosas más
Los chicos dijeron que falta completar la numeración de las casas en algunas cuadras, pero mientras tanto están forestando las calles con lapachos amarillos.
"Elegimos ese color para diferenciar nuestro pueblo de Los Vallistos, que se caracteriza por tener lapachos rosados, y queremos hacer muchas cosas más para mejorar el lugar donde vivimos". Con esa promesa se despidieron. ¿Volverán, en un par de años con nuevos logros? Les sobra entusiasmo.
FUENTE: Diario LA GACETA
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