La Fundación Destsche Bank y la Universidad de San Andrés capacitan a directores y docentes.
"Tenemos recursos a medias y el resultado es una educación a medias. Las necesidades de los docentes son distintas a las necesidades de los alumnos y, a veces, las autoridades no ven las necesidades que tenemos o nos llega lo que no necesitamos." La definición de Silvia Pérez, directora jubilada, resume el espíritu del programa de capacitación para directores de escuelas que se desarrolló en la Universidad de San Andrés con el apoyo de la Fundación Deutsche Bank.
Es la segunda vez que se realiza este programa, cuyo objetivo central es contribuir a capacitar a los docentes para ser "líderes en acción". La iniciativa comenzó en 2010, en coincidencia con el Bicentenario y participaron directores de escuelas del Nordeste. En esta ocasión, se reunieron 34 directores y docentes del Departamento Maipú, provincia del Chaco, y 16 de otras localidades del país. Apoyan el proyecto también las organizaciones no gubernamentales Educar 2050 y Dibujá una Sonrisa.
Durante cuatro días, los docentes y los especialistas en educación analizaron y compartieron experiencias sobre distintos aspectos de la docencia: desde el trabajo en equipo y en aulas heterogéneas hasta la didáctica de la matemática, pasando por el clima escolar en el aprendizaje y una reflexión de la práctica docente.
En el campus que la Universidad de San Andrés tiene en la localidad bonaerense de Victoria, directores y especialistas compartieron sus experiencias y sus necesidades, liderados por la responsable de la Escuela de Educación de esa casa de estudios, Agustina Blanco.
A partir de esta experiencia, se decidió que se mantendrá el seguimiento a los directivos de Tres Isletas. "Es la manera de saber si esta iniciativa contribuye a mejorar la calidad educativa para los docentes y los alumnos", explicó a La Nacion Marcela Piñeyro, representante de la Fundación Deutsche Bank.
Entusiasmados por las experiencias compartidas y reconfortados por saber que no sufren de manera aislada, sino que comparten los mismos problemas, varios docentes hicieron un balance sobre su trabajo y las perspectivas ante la consulta de este diario.
"Alejada del sistema, pero no de la educación", como se definió con una sonrisa Silvia Pérez es la coordinadora del encuentro y reunió, de la mano de Educar 2050, a los docentes de Tres Isletas. "Educar es sinónimo de amor y nos damos cuenta de que tenemos que elevar el nivel de los institutos de formación docente. La escuela rural sigue siendo el representante del Estado, el único, porque se acabó el correo y el tren."
La necesidad de elevar el nivel profesional de los docentes es compartida con otros colegas como el director de la Escuela Rural N° 528, Raúl Martínez, y Carmen Iglesias, directora del Colegio Nuestra Señora de la Paz, de San Alejo, Pilar.
"Necesitamos aprender y renovarnos. Hay docente con vocación y hay padres que nos apoyan. Se necesita reforzar lo pedagógico y valorar el trabajo grupal", plantea Carmen Iglesias.
Iglesias y Martínez coinciden en advertir que las nuevas generaciones de docentes toman la enseñanza "como un trabajo y no como una pasión. Están más atados al estatuto, las licencias se toman con poca consideración por el compromiso en el aula". Por eso, es que concluyen en la necesidad de "elevar la carrera docente al nivel universitario, de monitorear seriamente las licencias y recuperar la pasión por estar frente al aula"..
FUENTE: Diario LA NACIÓN
"Tenemos recursos a medias y el resultado es una educación a medias. Las necesidades de los docentes son distintas a las necesidades de los alumnos y, a veces, las autoridades no ven las necesidades que tenemos o nos llega lo que no necesitamos." La definición de Silvia Pérez, directora jubilada, resume el espíritu del programa de capacitación para directores de escuelas que se desarrolló en la Universidad de San Andrés con el apoyo de la Fundación Deutsche Bank.
Es la segunda vez que se realiza este programa, cuyo objetivo central es contribuir a capacitar a los docentes para ser "líderes en acción". La iniciativa comenzó en 2010, en coincidencia con el Bicentenario y participaron directores de escuelas del Nordeste. En esta ocasión, se reunieron 34 directores y docentes del Departamento Maipú, provincia del Chaco, y 16 de otras localidades del país. Apoyan el proyecto también las organizaciones no gubernamentales Educar 2050 y Dibujá una Sonrisa.
Durante cuatro días, los docentes y los especialistas en educación analizaron y compartieron experiencias sobre distintos aspectos de la docencia: desde el trabajo en equipo y en aulas heterogéneas hasta la didáctica de la matemática, pasando por el clima escolar en el aprendizaje y una reflexión de la práctica docente.
En el campus que la Universidad de San Andrés tiene en la localidad bonaerense de Victoria, directores y especialistas compartieron sus experiencias y sus necesidades, liderados por la responsable de la Escuela de Educación de esa casa de estudios, Agustina Blanco.
A partir de esta experiencia, se decidió que se mantendrá el seguimiento a los directivos de Tres Isletas. "Es la manera de saber si esta iniciativa contribuye a mejorar la calidad educativa para los docentes y los alumnos", explicó a La Nacion Marcela Piñeyro, representante de la Fundación Deutsche Bank.
Entusiasmados por las experiencias compartidas y reconfortados por saber que no sufren de manera aislada, sino que comparten los mismos problemas, varios docentes hicieron un balance sobre su trabajo y las perspectivas ante la consulta de este diario.
"Alejada del sistema, pero no de la educación", como se definió con una sonrisa Silvia Pérez es la coordinadora del encuentro y reunió, de la mano de Educar 2050, a los docentes de Tres Isletas. "Educar es sinónimo de amor y nos damos cuenta de que tenemos que elevar el nivel de los institutos de formación docente. La escuela rural sigue siendo el representante del Estado, el único, porque se acabó el correo y el tren."
La necesidad de elevar el nivel profesional de los docentes es compartida con otros colegas como el director de la Escuela Rural N° 528, Raúl Martínez, y Carmen Iglesias, directora del Colegio Nuestra Señora de la Paz, de San Alejo, Pilar.
"Necesitamos aprender y renovarnos. Hay docente con vocación y hay padres que nos apoyan. Se necesita reforzar lo pedagógico y valorar el trabajo grupal", plantea Carmen Iglesias.
Iglesias y Martínez coinciden en advertir que las nuevas generaciones de docentes toman la enseñanza "como un trabajo y no como una pasión. Están más atados al estatuto, las licencias se toman con poca consideración por el compromiso en el aula". Por eso, es que concluyen en la necesidad de "elevar la carrera docente al nivel universitario, de monitorear seriamente las licencias y recuperar la pasión por estar frente al aula"..
FUENTE: Diario LA NACIÓN
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