La Fundación Ruta 40 trabaja para el desarrollo integral de las escuelas rurales y comunidades próximas a la Ruta 40 de Argentina. Lleva adelante una amplia variedad de programas para cubrir todas las necesidades de los establecimientos y se compromete a realizar un seguimiento personalizado de cada uno de ellos. La fundación ya alcanzó los 2.206 alumnos que se benefician por las acciones realizadas.
Foto: Fundación Ruta 40.
Argentina es un país que presenta diferentes realidades a lo largo y a lo ancho de su territorio y una de las maneras para conocerlas es recorriendo uno de sus caminos más significativos: La ruta 40. Los 5.000 kilómetros de extensión que posee unen once provincias desde la Patagonia hasta el Norte y hacen que sea la columna vertebral de nuestro país.
De esta manera lo interpretó la familia Torres Carbonell. Luego de realizar distintos viajes por Argentina conociéndola a fondo, decidieron que era el momento de aportar su grano de arena llevando ayuda a las escuelas rurales. En el 2005 le dieron un marco legal, dando origen a la Fundación Ruta 40, una organización destinada a brindar ayuda a colegios y comunidades próximas a dicho camino.
“El objetivo principal es ser un puente entre quienes necesitan educarse y quienes tienen los conocimientos. El fortalecimiento de las escuelas rurales trae oportunidades y contribuye en el desarrollo de las potencialidades de la persona”, sostiene Belén Ochoa, responsable de Desarrollo Institucional.
Hoy la fundación trabaja en tres áreas principales para brindar una ayuda integral a las escuelas. El área social mediante programas de integración con la comunidad de las escuelas rurales, el área física con alimentos e infraestructura y el área humana que incluye becas y capacitación docente. “Primero tratamos de cubrir las necesidades básicas, pero también apuntamos a darle herramientas a la comunidad para que pueda salir adelante”, describe Ochoa.
Un desarrollo integral
Antes de implementar cualquier proyecto, los chicos hacen un relevamiento en las escuelas para identificar sus necesidades. A raíz de esto, discuten con ellos cuales son las más urgentes y se piensa en conjunto el plan que van a llevar a cabo. “La idea es que la escuela se involucre desde el principio en el proyecto y, de esta manera, asuma un mayor compromiso”, afirma Ochoa.
Uno de los proyectos más grandes en los que está trabajando Ruta 40 es el Programa Huertas. El mismo consiste en construir una huerta o invernadero que les permita a cada escuela aprender a producir su propio alimento para su comedor escolar. La idea es que cada colegio logre ser autosustentable y así consiga hacer frente a las falencias alimenticias.
Otra de las iniciativas relevantes directamente relacionada con la educación es el Programa Bibliotecas Escolares. El proyecto consiste en crear en las escuelas una biblioteca escolar completa que brinde a los alumnos un espacio donde puedan disfrutar del placer de la lectura, incentivar la alfabetización y acceder a diferentes tipos de textos que les permitan complementar sus aprendizajes.
“Vamos a la escuela y vemos si hay un espacio físico disponible para la biblioteca. Luego buscamos libros mediante donaciones de particulares y le planteamos la idea a alguna empresa para ver si lo puede financiar”, describe Ochoa.
Argentina posee en total 15.477 escuelas rurales en todo su territorio, de acuerdo a un relevamiento del ministerio de Educación de la Nación. La Fundación actualmente trabaja con 23 establecimientos y desea ir agregando muchos más. “Creamos un vínculo que se prolonga en el tiempo. Es un trabajo personalizado donde nos comprometemos con las necesidades de cada escuela”, expresa Ochoa.FUENTE: Fermín Koop - Notio.com.ar
Argentina es un país que presenta diferentes realidades a lo largo y a lo ancho de su territorio y una de las maneras para conocerlas es recorriendo uno de sus caminos más significativos: La ruta 40. Los 5.000 kilómetros de extensión que posee unen once provincias desde la Patagonia hasta el Norte y hacen que sea la columna vertebral de nuestro país.
De esta manera lo interpretó la familia Torres Carbonell. Luego de realizar distintos viajes por Argentina conociéndola a fondo, decidieron que era el momento de aportar su grano de arena llevando ayuda a las escuelas rurales. En el 2005 le dieron un marco legal, dando origen a la Fundación Ruta 40, una organización destinada a brindar ayuda a colegios y comunidades próximas a dicho camino.
“El objetivo principal es ser un puente entre quienes necesitan educarse y quienes tienen los conocimientos. El fortalecimiento de las escuelas rurales trae oportunidades y contribuye en el desarrollo de las potencialidades de la persona”, sostiene Belén Ochoa, responsable de Desarrollo Institucional.
Hoy la fundación trabaja en tres áreas principales para brindar una ayuda integral a las escuelas. El área social mediante programas de integración con la comunidad de las escuelas rurales, el área física con alimentos e infraestructura y el área humana que incluye becas y capacitación docente. “Primero tratamos de cubrir las necesidades básicas, pero también apuntamos a darle herramientas a la comunidad para que pueda salir adelante”, describe Ochoa.
Un desarrollo integral
Antes de implementar cualquier proyecto, los chicos hacen un relevamiento en las escuelas para identificar sus necesidades. A raíz de esto, discuten con ellos cuales son las más urgentes y se piensa en conjunto el plan que van a llevar a cabo. “La idea es que la escuela se involucre desde el principio en el proyecto y, de esta manera, asuma un mayor compromiso”, afirma Ochoa.
Uno de los proyectos más grandes en los que está trabajando Ruta 40 es el Programa Huertas. El mismo consiste en construir una huerta o invernadero que les permita a cada escuela aprender a producir su propio alimento para su comedor escolar. La idea es que cada colegio logre ser autosustentable y así consiga hacer frente a las falencias alimenticias.
Otra de las iniciativas relevantes directamente relacionada con la educación es el Programa Bibliotecas Escolares. El proyecto consiste en crear en las escuelas una biblioteca escolar completa que brinde a los alumnos un espacio donde puedan disfrutar del placer de la lectura, incentivar la alfabetización y acceder a diferentes tipos de textos que les permitan complementar sus aprendizajes.
“Vamos a la escuela y vemos si hay un espacio físico disponible para la biblioteca. Luego buscamos libros mediante donaciones de particulares y le planteamos la idea a alguna empresa para ver si lo puede financiar”, describe Ochoa.
Argentina posee en total 15.477 escuelas rurales en todo su territorio, de acuerdo a un relevamiento del ministerio de Educación de la Nación. La Fundación actualmente trabaja con 23 establecimientos y desea ir agregando muchos más. “Creamos un vínculo que se prolonga en el tiempo. Es un trabajo personalizado donde nos comprometemos con las necesidades de cada escuela”, expresa Ochoa.
Link de interés:
http://www.fundacionruta40.org.ar/
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