El maestro rural Martin Cornell presentó su libro ‘Educación para las primaveras’ en la Feria del Libro, en el que cuenta sus experiencias al frente de una escuela rural de la localidad misionera de El Soberbio, que según relató “responde a una inmensa necesidad de comunicarme y de contar todo lo que vivimos diariamente en nuestra querida aula”.
Según relató Cornell “en general, cuando estudiamos la carrera docente, no se nos prepara específicamente para ser maestros rurales. Es una falencia del sistema educativo. Por eso en este libro relato las anécdotas que sirven para ilustrar lo que pasa en una escuela rural, que no tiene nada que ver con otra escuela de ciudad y para la cual necesitamos formarnos mejor”.
Según relató Cornell “en general, cuando estudiamos la carrera docente, no se nos prepara específicamente para ser maestros rurales. Es una falencia del sistema educativo. Por eso en este libro relato las anécdotas que sirven para ilustrar lo que pasa en una escuela rural, que no tiene nada que ver con otra escuela de ciudad y para la cual necesitamos formarnos mejor”.
Este joven bonaerense, desde hace tres años es el maestro del aula satélite, bautizada por sus propios alumnos como ‘Educación para las Primavera’ que depende de la escuela número 373 y que está ubicada unos 20 kilómetros al norte del casco céntrico de El Soberbio.
Durante la realización de la Feria del Libro, Cornell contó cómo nació su vocación por enseñar a los chicos que viven alejados de los centros urbanos. “Cuando visité una escuela de Alem y su maestro nos describió como era la vida allí, quedé entusiasmado con la idea de estudiar para ser maestro y vivir trabajando en una escuela rural de Misiones”.
La idea comenzó a germinar, cuando Martín estaba cursando sus estudios secundarios en Vicente López y con un grupo de compañeros se propusieron el objetivo de juntar ropas para enviar a los alumnos de las escuelas más carenciadas del país y luego conformaron una asociación civil llamada Almafuerte a través de la cual apadrinaban a distintas escuelas rurales.
Por ese tiempo, el maestro Alem Edwin Reinhart, envió una carta de lectores a un diario nacional, donde contaba las necesidades de su escuela. Cuando la carta llegó a manos de los jóvenes solidarios, inmediatamente se contactaron con el docente misionero y comenzaron a viajar a la tierra colorada para conocer esas necesidades bien de cerca.
“Cuando visité esa escuela y hablé con el maestro Edwin sentí que mi vocación era ser un docente como él y empecé a estudiar el magisterio, siempre con la convicción que quería trabajar en una escuela rural de Misiones” comentó el entrevistado.
A la escuela ‘Educación para las Primaveras’ asisten 90 niños de primero a séptimo grado, donde también hay algunos pequeños de nivel inicial, que están sumados al grupo de primaria porque aún no hay una maestra jardinera para que los cuide. Todos esos alumnos son educados por dos docentes, que mañana tarde y noche transpiran el guardapolvo para enseñar a leer y escribir a esos niños misioneros.
Los padres de los alumnos construyeron una casa al lado de la escuela, que es el hogar de Martín. “Los padres son pequeños productores de tabaco, que hacen todo lo que este a su alcance y mucho más para que sus hijos estudien y para que nuestro paraje que se llama San Ramón progrese. Es gente muy trabajadora y sumamente buena. Eso es lo que me impulsa cada mañana a levantarme y ponerle el hombro a esa dura realidad” comentó el docente.
La actividad en la escuela empieza temprano con el desayuno y la actividad educativa que se hace de manera grupal, pues todos comparten la misma aula. Al mediodía almorzamos y el grupo de los más chicos regresa al hogar y se quedan los de cuarto a séptimo grado que recién vuelven al hogar después de la merienda.
FUENTE: Territorio digital.com
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