Capacitación para docentes rurales

La Fauba, Aacrea y Eticagro desarrollan un programa para mejorar los hábitos alimentarios de los alumnos y a ampliar su conocimiento de la producción agropecuaria local.



El Programa de Agronegocios y Alimentos de la Facultad de Agronomía de la UBA desarrolla desde fines de abril un proyecto de Educación Alimentaria y Agropecuaria orientado a maestros de escuelas rurales. Se trata de una iniciativa compartida con Aacrea y con Eticagro, que cuenta, además, con el apoyo de la Fundación Bunge y Born y Mitsubishi Corp.

Los destinatarios iniciales serán los docentes que trabajan en las escuelas apadrinadas por los grupos CREA (distribuidas en trece provincias), pero habrá posibilidad de un intercambio abierto a otros interesados a través de un espacio en Internet. El coordinador del proyecto, el nutricionista Sergio Britos, explicó que ofrecerán talleres de capacitación y, como contrapartida, esperan que los maestros actúen como multiplicadores mediante la elaboración y el desarrollo de un proyecto que integre los contenidos.
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El objetivo de esta iniciativa es revertir "malos hábitos alimentarios", pues a través de encuestas se pudo saber que buena parte de los chicos que asisten a escuelas primarias (urbanas) casi no desayunan, consumen muy pocas verduras y frutas, comen en exceso carne vacuna, pan y también alimentos con alta concentración de calorías, grasas saturadas y sodio. "Nuestro diagnóstico es simple: los escolares tienen una dieta monótona. Cuatro o cinco alimentos combinados son la base de su alimentación. Desayunan poco y mal, y consumen por demás calorías de baja calidad nutricional. El correlato, menor capacidad para aprender, mayor susceptibilidad a enfermedades frecuentes y un sobrepeso creciente con consecuencias severas a futuro", detalla Britos.
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"Aprender a comer mejor y conocer cómo se producen los alimentos" son los ejes de contenido que se trabajarán en sucesivos encuentros con los docentes. Se pretende, por un lado, identificar los distintos grupos de alimentos, hacer circular una "guía de consumo sugerido" para los escolares e introducir el concepto de "consumo responsable" de los "alimentos de preferencia infantil" (galletitas, golosinas, gaseosas y snacks) que no necesariamente tienen que eliminarse de la dieta. Por otro lado, se prevé contar "cómo se organiza el campo", es decir, cómo funcionan las cadenas de producción e industrialización modernas, pasando por las prácticas de manejo respetuosas del medio ambiente. Una vez finalizada la etapa de capacitación, habrá visitas a las escuelas y está prevista una evaluación de resultados. "Enseñar a comer mejor y conocer cómo se producen los alimentos es una manera de valorar la calidad de los mismos", subraya Britos.

Para la segunda mitad del año se espera iniciar un Programa de Educación Alimentaria destinado directamente al personal de comedores escolares, mediante la difusión de una "guía de buenas prácticas alimentarias". La experiencia piloto comprenderá cinco escuelas bonaerenses y el objetivo final será otorgar la "certificación de escuelas saludables" desde el punto de vista alimentario.
Por Analía Testa De la Redacción de LA NACION

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