UN "CIELO PARA DESCUBRIR" EN LAS COMUNIDADES RURALES

JORNADA ASTRONÓMICA EN UNA ESCUELA RURAL DE TANDIL

El Director la escuela ideó un encuentro que llenó de expectativas a chicos y grandes.

No es un secreto: la visión nocturna del cielo que se tiene desde el campo, es inigualable. Si a eso se le suma un telescopio, los resultados son asombrosos, y en especial para un grupo de chicos que cursan sus estudios primarios en escuelas rurales de nuestro partido.

Fue en el marco del Día Internacional de la Astronomía: el director de la Escuela Nº 51, “Mariano Moreno” del paraje El Destino, Luis Olivera, decidió vivir una propuesta pedagógica sin precedentes. Invitó al establecimiento rural a Adrián Orlovas, dedicado a la observación astronómica, para compartir instrumentos en una jornada que despertó una enorme expectativa en la comunidad de la escuela, en especial entre los alumnos del establecimiento y escuelas cercanas.

Fue así que dentro de un proyecto denominado “Ver para aprender”, elaborado por Luis Olivera, la jornada de observación fue planteada a partir de las 17.30. La afluencia de vecinos de la zona fue constante, padres y alumnos se fueron acercando al telescopio (con montura go-to) y se sorprendieron al observar, en primera instancia, lo cotidiano: molinos, nidos de pájaros, tranqueras, casas, y casi en la penumbra, una cosechadora distante a 3 kilómetros, con nitidez admirable.

“Todas las familias estuvieron presentes”, destacó Luis, al anochecer, “y ya con el instrumento alineado, se comenzó a explorar lo que el cielo ofrecía en ese momento y a pesar de las nubes, se logró observar con detenimiento: Canopus, Saturno y Titán, una de sus lunas (los anillos generaron expresiones de asombro), Acrux, (punta sur de la cruz del sur compuesta por estrellas dobles), y variedad de cúmulos de estrellas”.

“Al mismo tiempo, el mapa estelar en la computadora, mostraba el cielo del momento, generando interés de grandes y chicos el ver los cuerpos celestes y constelaciones con sus nombres”, explicó el director de la escuela Nº 51.

La luna llena mostró una gran luminosidad y se pudo observar de manera óptima durante las 6 horas que duró el evento, mientras “las familias Acevedo, Arnaldo, Bonavetti, Dublán, Leonis, Luján, Romay, y Vázquez; los directivos de las Escuela: Laura Simonetta, (Nº 38 San Antonio), Carlos Casado (Nº 48 Los Huesos y parte de su comunidad educativa) y Verónica Pereyra (Nº 65 El Remanso) disfrutaban del agasajo organizado por la Asociación Cooperadora que en el contexto de la noche fría acercó el calor de la bienvenida al acontecimiento”, explicó el docente e impulsor de esta iniciativa.

El proyecto no termina allí, porque concluirá sólo cuando se concrete un encuentro con pernocte en todas las escuelas presentes en la “Segunda intervención”, luego de las vacaciones de invierno. “Seguramente con un cronograma de observación, porque los alumnos de la escuela estarán en condiciones de organizarlo”, destacó Luis.

Como hace 400 años, cuando Galileo Galilei expuso el cielo a la mirada de la humanidad en la Plaza San Marcos utilizando su telescopio propio.

“Todos, esa noche, nos fuimos a descansar con la certeza de haber vivido una experiencia conmovedora, intentando comprender mejor, desde nuestro lugar, quiénes somos y dónde estamos en nuestro mundo”, destacó el director de la escuela, satisfecho por el momento vivido por la comunidad de la zona.
FUENTE: Diario NUEVA ERA, Tandil, 16 de mayo de 2009

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