Alumnos secundarios produjeron gas metano para uso domiciliario

Una escuela de oficios

La Escuela Agraria "Santa Teresita" está en la periferia de Leandro N. Alem. Allí estudian 165 chicos, la mayoría hijos de productores rurales. Ellos pasan dos semanas en el colegio y otras dos en sus casas donde aplican lo aprendido. "Se apunta a mejorar la realidad de las familias y a lograr que los jóvenes se queden en las chacras", dice la directora, Norma Martínez de Sedler. En el colegio los chicos aprenden a manejar un vivero, a cuidar colmenas, criar conejos, cerdos, gallinas, además de adquirir nociones básicas de carpintería.

ESTUDIAN EN UNA ZONA AGRARIA DE MISIONES
Por: Ernesto Azarkevich Fuente: POSADAS. CORRESPONSALIA
Seis estudiantes de la Escuela Familia Agraria "Santa Teresita", en Misiones, comenzaron a producir gas metano para uso domiciliario utilizando sólo estiércol de cerdo, un poco de agua y tres tambores.

Con ese proyecto se alzaron con el premio mayor en la Feria provincial de Ciencias y también viajaron con su logro a Puerto Madryn para la gran final que terminó el viernes. Para llegar a esta instancia final, los alumnos debieron superar la etapa escolar (donde participaron expositores de un mismo establecimiento), la local -de una misma localidad-; la zonal, entre varias localidades, y la provincial.



Javier Kuzuka (16), Silvestre Hrebien (16), Darío Balanda (16), Juniors Hoffmann (17), Pablo Karuchek (16) y Juan Hrebien (17), todos hijos de pequeños productores rurales. Estes equipo, primero armó una maqueta con pequeñas latas y luego llevaron a la realidad el proyecto en la chacra de Pablo, que está a unos quince kilómetros del colegio, cerca de la ciudad de Leandro N. Alem.

La idea sobre la que trabajaron los alumnos fue de la docente Marlene Dos Santos -ex alumna de esa escuela-, quien impulsó a sus alumnos a participar por segundo año consecutivo en la Feria de Ciencias.

"El desafío de nuestro proyecto era armar un biodigestor industrial con elementos de uso cotidiano en las chacras con el fin de abastecer de gas a las familias rurales", cuentan los chicos.

Este biodigestor tiene una doble finalidad. Por un lado, la generación de combustible y, por el otro, que los residuos que se extraen al finalizar el proceso de producción del gas se transforman en un excelente abono orgánico, libre de sustancias tóxicas.

El ciclo comienza en los chiqueros donde la familia de uno de los estudiantes cría 35 cerdos. La materia fecal de los animales -que reciben alimentos balanceados- va a parar en un enorme pozo negro a cielo abierto donde se inicia la descomposición.

Con enormes baldes, los chicos llevan la "materia prima" y la cargan en uno de los tambores del biodigestor. Allí, las bacterias comienzan a procesar la materia orgánica y van generando el gas metano. El combustible pasa a otro tanque que tiene agua y en su interior un tambor más pequeño, donde se almacena el gas que se destina a una cocina. Los estudiantes explicaron que, para funcionar, el biodigestor necesita el estiércol de cinco cerdos. Además, deben utilizarse preferentemente los excrementos de estos animales porque generan gas durante un mes, dependiendo de la temperatura ambiente.

Fuente: Diario Clarín, 16-11-2008

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